Lola Flores, la revolucionaria del flamenco, cumple 100 años y su ciudad natal, Jerez de la Frontera, le rinde homenaje con la apertura de un museo que repasa su destacada carrera.
Este icono del arte sigue vivo en el corazón del público. Desde su nacimiento en 1923, Lola Flores ha dejado una huella imborrable en la historia del flamenco y la copla, convirtiéndose en embajadora de estos géneros musicales. Esta icónica figura del siglo XX fue una de las artistas más versátiles de su época, destacándose en el canto, el baile, la actuación y la presentación de programas de televisión. En esta ocasión, repasaremos la vida de esta artista inigualable.
Desde temprana edad, Lola Flores comenzó a cantar en fiestas, eventos familiares y algunos espectáculos de flamenco. Su debut oficial tuvo lugar en octubre de 1939, en el espectáculo ‘Luces de España’ en un teatro de su ciudad natal, Jerez.
Gracias a su talento y personalidad arrolladora, Lola Flores llamó la atención de empresarios teatrales y maestros de la música. Poco después, se presentó la oportunidad de ir a Madrid, y ella y su familia se trasladaron a la capital. En 1943, formó parte del espectáculo ‘Zambra’ junto al famoso cantaor flamenco Manolo Caracol. Este evento fue decisivo tanto en su carrera profesional como en su vida sentimental.
Durante la década de los 50, Lola Flores protagonizó casi una veintena de películas, realizó giras por América Latina, donde recibió el apodo de ‘La Faraona’ en México, y contrajo matrimonio con el guitarrista y compositor gitano Antonio González, conocido como ‘El Pescaílla’. De esta unión nacieron tres hijos: Lolita, Antonio y Rosario, todos ellos dedicados a la música, dando inicio a una destacada saga artística que continúa hasta hoy.
Su carisma y su sinceridad en las entrevistas la convirtieron a Lola Flores en un personaje querido por la sociedad.
Entre sus éxitos musicales se encuentran ‘La zarzamora’ y ‘El lerele’, mientras que en el cine destacó en películas como ‘¡Ay, pena, penita, pena!’ y ‘Embrujo’.
Lamentablemente, Lola Flores falleció en 1995 debido a un cáncer, dejando un gran vacío en España. Sin embargo, su legado perdura y este año, en conmemoración de su centenario, Jerez ha bautizado el 2023 como el ‘Año Lola’. Como parte de este homenaje, se ha abierto un museo en la ciudad, llamado Centro Cultural Lola Flores o Museo de Lola Flores, donde se exhiben sus objetos personales, como sus batas de cola, pendientes, vestidos y fotografías.
Este museo será un lugar único para recorrer y apreciar el legado de Lola Flores, quien siempre llevó su tierra por todo el mundo. Su creación es el cumplimiento de un sueño para su círculo más cercano y una oportunidad para que las nuevas generaciones aprendan de esta adelantada artista. El recuerdo de Lola Flores continúa vivo, y el museo es un testimonio de su grandeza y su impacto en la historia del arte español.
Pero más allá de museos, de actos oficiales y homenajes, Lola Flores fue una artista del flamenco única e irrepetible, con un desparpajo sin igual dentro y fuera de los escenarios, y en el imaginario popular nos deja muchos momentos artísticos y personales para la historia.